Dos experiencias, poco agradables, me hicieron escribir este artículo.
Para muchos empresarios, la experiencia con contadores no es para nada agradable. Si el Contador es o no es competente, es algo que para el empresario podría pasar desapercibido, porque quizás al contratarlo no tiene claras cuáles deberían ser las competencias y capacidades de un Contador.
El asunto es que el empresario suele decir «Es contador profesional, tiene un título, se supone que debe tener los conocimientos». Es una pena; pero el empresario sabrá si ese contador realmente es competente cuando enfrente una auditoría de la dirección de impuestos, cuando los bancos lo llamen a explicar las inconsistencias encontradas en los estados financieros o cuando un consultor financiero, como ha sido mi caso, llegue a la empresa a realizar un Diagnóstico Profundo.
En este vídeo hablo sobre esos experiencias, para nada agradables, con dos clientes de asesoría virtual que atendí la semana pasada.