¿Has llegado a un negocio que no visitabas hace más de diez o veinte años, y te encuentras allí a gente que te atendió la última vez que fuiste? ¿Cómo logran estos empresarios que sus colaboradores se mantengan leales a la empresa durante tantos años?
¿Dónde está el secreto para lograr que la mejor gente se mantenga leal a la empresa año tras año?
Tener un equipo de trabajo competente es uno de los mayores retos que tienes como empresario. ¿Cómo lo estás haciendo? ¿Con “mano dura” o con “mano suave”? De eso te hablaré en este artículo.
Debido a mi trabajo, visito muchos restaurantes. No me deja de sorprender encontrarme mesero (camarero, salonero o mozo, como se conoce en otros países) con diez y hasta veinte años trabajando en esa misma empresa y en el mismo puesto.
Dos casos de empresas con trabajadores muy antiguos
Escribo este artículo desde República Dominicana. En diciembre de 2016 vine a asesorar a una empresa, el servicio contratado fue establecer el valor financiero de la misma. En julio de ese año había hecho lo mismo en este mismo país y, casualmente, para una compañía igual.
Una de las actividades que debo de llevar a cabo para valorar una empresa, consiste en calcular el “pasivo laboral”; es decir, la deuda contingente que se tiene con los trabajadores en caso de tener que liquidarlos con todos sus derechos.
Las actividades de cada una de esas empresas eran completamente diferentes, pero en ambos casos había personas que tenían más de 25 años de trabajar en ellas. Incluso había personas con más de 35 años de trabajar allí.
El pasivo laboral de esa empresa era enorme. Esa partida afectaría de manera muy importante el valor financiero final. La suma era tan importante que sería uno de los temas relevantes en la negociación con el comprador
En este artículo no hablaré sobre las ventajas y desventajas de tener personas con tantos años trabajando en una empresa, tampoco sobre cómo asegurarse de que todo el personal sea competente. Pero al final recomendaré un par de artículos donde podrás leer sobre esto y profundizar en el tema.
Sí te hablaré sobre cuándo te conviene tener “mano dura” o “mano suave”, también compartiré algunas experiencias y te daré varios consejos sobre cómo balancear inteligentemente ambas técnicas o estilos para liderar tu equipo de trabajo.
El talento humano de tu empresa
Desde 1983 me he dicado a la consultoría financiera, pero también participo con mis clientes en las otras áreas de la empresa. Y lo hago porque sabemos que todo lo que sucede en tu empresa, a cada instante, impactará finalmente en las finanzas y en los resultados económicos.
Una de las áreas más complejas de llevar es el recurso humano, al cual ahora estoy empezando a llamar “talento humano” puesto que es más claro y útil.
He asesorado a cientos de empresas en las más diversas actividades económicas. En todas, el empresario plantea las mismas dificultades:
- Cómo encontrar a los mejores colaboradores.
- Cómo hacer que sean leales y comprometidos con la empresa.
- Cómo lograr que tengan la capacidad y talento para el puesto.
- Cómo mantenerlos interesados en mejorar cada día.
- Cómo lograr que se esfuercen en dar el mejor servicio al cliente.
- Y muchos otros objetivos, algunos de interés financiero.
Son los mismos retos para todos los empresarios, para mis clientes, en cualquier actividad económica en que se encuentren. Sucede igual en agricultura, industria, comercio, servicios, etcétera.
¿Has escuchado la siguiente frase? “El recurso humano es el activo más valioso de una empresa”. No la comparto completamente y me he atrevido a cambiarla. Utilizo esta versión que he modificado “El talento humano comprometido con los resultados es el activo más valioso de toda empresa.” (Puedes twittear esta frase haciendo click aquí)
¿Mano dura o mano suave?
He visto a un cliente gritarle ofensas y amenazas a un trabajador en la propia cara. He visto cómo el trabajador también le grita, la mayoría se queda callada, pero sigue en la empresa, al final nada pasa. Se vuelve rutina, natural, pero nada pasa.
También he podido ver empresarios que, para no tener conflictos, dejan hacer a sus trabajadores lo que ellos quieran, sin amonestaciones, sin consecuencias.
La semana pasada uno de mis clientes más nuevos me comentaba lo siguiente:
“Enrique, yo confío absolutamente en mi gente, algunos de ellos tienen más de 25 años de trabajar conmigo. Mientras que un cliente no me llame para una queja o mientras que ellos no me estén llamando para resolver menudencias, yo entiendo que todo marcha bien y estoy satisfecho con ellos. Yo voy para sesenta años y la verdad no quiero tener que venir todos los días al negocio”.
Me parece genial que un empresario después de los 50 años empiece a implementar una estrategia para irse retirando de la empresa y que a los 60 años, o antes, logre que la empresa tenga “vida propia”. Excelente, es lo que recomiendo a mis clientes.
Pero la empresa de este cliente está comenzando a perder dinero, la división en que trabajan esos trabajadores antiguos viene cayendo desde hace dos años. De seguir así, dentro de tres años estará perdiendo más de diez mil dólares todos los meses.
¿Te ha pasado que contratas una persona que te pareció excelente para un puesto, para después darte cuenta que en realidad no te ofrece los resultados esperados? La verdad sea dicha, a todos nos ha pasado.
El problema no es contratar personal que luego resulta incompetente, el problema está en mantenerlos en la misma después de realizar el esfuerzo para mejorar sus capacidades.
Para una empresa que está enfrentando una severa crisis financiera, es un asunto de vida o muerte tener a la mejor gente en su empresa.
Mi consejo es tener un balance
Me gusta dar consejos con imágenes que ayuden a recordar el consejo dado.
Entonces digo a mis clientes: “Utiliza tus dos manos, una mano de hierro y una mano de seda”, y así lograrás liderar tu equipo hacia grandes alturas.
Lamento decir que he visto, en algunas empresas, personas que son muy bien tratadas por los empresarios, no devuelven ese buen trato con alto rendimiento, algunos caen en zona de confort, sienten que están seguros en el puesto y que ya no tienen que “ganarse” el derecho a seguir allí.
Algunos de mis clientes se han pasado del estilo de mano suave al estilo de mano dura después de muchas decepciones. Digo que se han vuelto “malvados” y les pregunto cómo llegaron a eso.
Pero también he visto empresas en donde se trata a los trabajadores como personas, como colaboradores, como seres humanos y que son empresarios excepcionales y siguen creciendo.
Las más exitosas son aquellas donde los jefes son asertivos, amables pero firmes. Saben marcar los límites. Cuentan con procesos prácticos y efectivos para medir el desempeño sobre métricas claramente establecidas.
Todo empieza por crear en la empresa una cultura de sana competencia, un espíritu de servicio, de solidaridad; pero también en donde se estimula y se premian los resultados, no las buenas intenciones.
Que cada persona en tu empresa tenga lo siguiente:
- Una misión, una razón de ser y que la tengan clara, mucho antes de contar con esa larga lista de tareas y actividades.
- Resultados claramente establecidos y métricas para saber si están logrando los resultados deseados.
- Que sepan cuáles son las competencias, talentos, capacidades y habilidades que deben desarrollar para mantenerse en la empresa.
El mejor consejo que quisiera dar al final de este artículo:
“Se siempre respetuoso con la gente que trabaja en tu empresa, se asertivo, claro y directo sobre lo que esperas de cada uno, acércate a ellos, habla sobre cómo ves su desempeño y márcales retos alcanzables para el costo plazo. Estimula con una visión de largo plazo, que ellos sientan por qué es bueno trabajar en tu empresa, no solo por la seguridad económica, sino por otros beneficios intangibles, que son igual de valiosos o más.”
Ni la mano dura es buena completamente, como tampoco lo es la mano suave. Se trata de lograr el equilibrio, funciona igual como crías a tus hijos pequeños. Debe haber reglas, muchas veces disciplina, buenos hábitos, premios y consecuencias.
¿Cómo lo estás haciendo? Me gustaría conocer tus experiencias, deja tus comentarios abajo en el área que hemos dispuesto para eso, luego estudia los artículos que ahora te recomiendo.
ARTÍCULO RECOMENDADO
- Lee ahora “El ADN de tu equipo de trabajo”, será un excelente agregado a este artículo que acabas de estudiar: www.FundaPymes.com/el-adn-de-los-miembros-de-tu-equipo
- Y después lee «Siete consejos para incrementar el desempeño de tu equipo de trabajo»: www.fundapymes.com/manejo-de-los-recursos-humanos-como-medir-el-rendimiento-de-tu-equipo-de-trabajo
¿Te fue de utilidad este artículo? Déjanos tus comentarios en la parte de abajo, son sumamente valiosos para nosotros.
Todos nuestros más de 400 artículos han sido escritos por nuestro director
Enrique Núñez Montenegro, Consultor Financiero desde 1983, quien para compartir sus experiencias y conocimientos creó FundaPymes.com en el año 2001 y es así como apoya y capacita a quienes están comprometidos con llevar sus negocios al siguiente nivel de crecimiento y a disfrutar del estilo de vida que desean y que tanto merecen.
CopyRight © Todos los derechos reservados
MÁS ARTÍCULOS RECOMENDADOS
[VIDEO 416] Problemas con el MARGEN DE GANANCIA y los COSTOS
[VIDEO 417] Cómo VALORAR un negocio de pocos años (a falta de datos contables)
La verdad no es facil dirigir personal pero este articulo te ayuda a tener claras algunas estrategias que te permiten evitar que tu equipo de trabajo se quede en el area de confort porque se sienten seguros. El ejemplo de tratarlos como hijitos con retos y recompensas me ha ayudado mucho. Gracias 🙂