¿Te has preguntado por qué en la misma época, en la misma ciudad y en la misma actividad económica algunos emprendedores construyen grandes empresas, mientras que otros no logran ni siquiera levantar la cabeza?
Por supuesto que no es la suerte, al menos de la forma en que solemos entenderla.
En otros artículos he repetido la frase de algún pensador del cual no recuerdo ahora el nombre: “La suerte es cuando la oportunidad se encuentra con la preparación”. Esto significa que cuando tienes los conocimientos, las habilidades y las capacidades desarrolladas estás en condiciones de ver una oportunidad, aprovecharla y convertirla en un negocio próspero.
Puedes, y debes, desarrollar habilidades, talentos y competencias para llevar una empresa de manera organizada, planificada y controlada. Habilidades como las técnicas empresariales para tomar decisiones, llevar negociaciones provechosas, liderar un equipo de trabajo, administrar las finanzas, entender las reglas de las inversiones, en otras palabras, son competencias valiosas e importantes. Pero hay algo más… debes prestar atención a tu forma de pensar.
He visto muchos empresarios crear grandes negocios que después fueron a la quiebra porque el empresario, aunque habilidoso para los negocios, tenía pensamientos inapropiados con respecto al uso del dinero, de las riquezas e inversiones o sobre la visión empresarial y la planificación estratégica.
No es suficiente estar en el lugar apropiado en el momento oportuno, es necesario que seas la persona adecuada y preparada para percibir la oportunidad y aprovecharla.
Estoy seguro de que deseas alcanzar el éxito en los negocios. Para construir una gran empresa debes prestar atención a tus programaciones internas, a la forma en que se forjan tus creencias, comportamientos, tu carácter y tus formas de pensar.
Los pensamientos son el motor que mueve tus acciones hacia el logro de los resultados que deseas. Revisa tus pensamientos. Reprograma los que requieren ajuste y genera pensamientos poderosos que te muevan a lograr lo que tanto deseas.
¿En dónde te encuentras ahora? ¿Cuáles son los resultados que estás obteniendo realmente? ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Cuáles son tus metas empresariales más ambiciosas? Si piensas en pequeño, alcanzarás pequeños logros. Si piensas y actúas en grande, podrás construir grandes empresas.
Lo que estás logrando ahora es el fruto de los pensamientos que has sembrado. Los pensamientos son la raíz, los resultados son los frutos.
¿Qué estás dispuesto a hacer para llegar desde donde te encuentras hasta donde quieres estar?
Haz lo siguiente:
1. Empieza revisando tus pensamientos, tus creencias, tu carácter y tus comportamientos con respecto al dinero y a los negocios.
2. Sé consciente de cómo piensas y de cómo actúas, de tus miedos y de tus hábitos, de cómo decides y de cómo te relacionas con las demás personas, con tus negocios y con tu dinero.
3. Medita y define cuáles son las razones y motivaciones que te mantienen en la meta de ser dueño de tu propio negocio y el deseo de llevarlo a grandes alturas.
4. Piensa que tus negocios crecerán hasta donde crezcas como persona, reflexiona sobre esto.
5. Escribe tus metas más ambiciosas: ventas, ganancias mensuales, riqueza acumulada, estilo de vida que deseas.
6. Escribe cómo te va actualmente, qué resultados estás obteniendo, cuánto vendes, cuánto ganas, cuánta riqueza tienes acumulada, cuál es el estilo de vida que te permite vivir tu empresa.
7. Si tienes socios de negocios o familiares trabajando en tu empresa, conversa con ellos sobre sus creencias y expectativas con respecto a los resultados que esperan de la empresa, el crecimiento empresarial, la riqueza que esperan acumular y el estilo de vida que buscan obtener por medio de sus negocios. Conversen y lleguen a acuerdos sobre las actitudes que se esperan de cada uno hacia la empresa y los objetivos financieros.
Cada año nacen miles de nuevas empresas en nuestros países latinoamericanos. Hoy más que nunca antes en la historia, hay más y más oportunidades para crear riqueza siendo dueño de tu propia empresa.
Ya tienes un negocio en marcha… esfuérzate por convertirlo en una gran empresa. Entrénate como se entrenan los deportistas de talla mundial y los virtuosos de la música y de las artes; pero recuerda que, detrás de todo eso, serán los pensamientos apropiados los que finalmente te mantendrán exitoso y te mantendrán de manera consistente sobre el “camino probado” que siguieron quienes hoy son dueños de grandes empresas.
Todos nuestros más de 400 artículos han sido escritos por nuestro director
Enrique Núñez Montenegro, Consultor Financiero desde 1983, quien para compartir sus experiencias y conocimientos creó FundaPymes.com en el año 2001 y es así como apoya y capacita a quienes están comprometidos con llevar sus negocios al siguiente nivel de crecimiento y a disfrutar del estilo de vida que desean y que tanto merecen.
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Lo importante es pensar y tener actitudes que velen por el bienestar no solo de los socios, síno de los colaboradores que vayan sumandose en el crecimiento de las empresas pagando salarios atractivos, espacios físicos confortables, y excelente trato, hacer sentir que la empresa es una familia, de esa manera tendrás excelentes resultados en todos los campos.
Esa es mi visión y lo práctico en mi trabajo.
Saludos
Francisco
Hola Francisco.
Si tu gente está enfocado en dar resultados, me parece genial. Que la gente se sienta en familia no siempre genera resultados, algunos mal interpretan esas relaciones y caen en zona de confort. Si se siente en familia y eso hace que tengan un verdadero compromiso por los resultados deseados. Genial.